Volando de Buenos Aires a Londres via San Pablo en LATAM en Business Class II/II

En éste post comencé con la crónica de vuelo desde Buenos Aires hacia Londres via LATAM que realicé en Diciembre pasado en Cabina Business, y había llegado hasta el punto en donde aterrizamos en la ciudad de nuestra conexión (San Pablo).

Luego de aterrizar, pudimos salir muy rápido del avión ya que como comenté en el primer post, nos dejaron muy amablemente sentarnos en las filas de adelante para poder salir más rápido ya que venía una hora atrasado el vuelo de Buenos Aires (tiempo que en parte llegamos a recuperar durante el vuelo).

Una vez que salimos del avión procedimos a seguir los carteles indicadores de las conexiones internacionales del aeropuerto, y por suerte no tuvimos que hacer cambio de Terminal ya que aterrizamos en la misma de la cual salíamos, la Terminal 3, sin embargo tuvimos que pasar por un control de seguridad que por suerte estaba vacío, pero que al rato se llenó con pasajeros que venían en nuestro mismo vuelo. En este otro post conté un poco sobre el tema de las conexiones y el cambio de terminales en el aeropuerto de Guarulhos.

Luego de pasar por seguridad, procedimos a buscar en las pantallas la puerta y el estado de nuestro vuelo que se mostraba en horario. Como por suerte teníamos aún 2 horas por delante, decidimos ir directo al Salón VIP de LATAM del cual hice una reseña en este post.

Comimos algo, hasta que anunciaron por los altavoces el embarque de nuestro vuelo. Fue asi que decidimos dirigirnos hacia la puerta de embarque y para cuando llegamos a la misma ya habían comenzado a embarcar la clase económica. Como teníamos embarque preferente (por ser clase Elite Platinum de LATAMPASS) nos saltamos toda la fila y pasamos sin mayor contratiempos.

El vuelo iba a tope y cuando llegamos a nuestras ubicaciones en cabina Business nos dimos cuenta que eran asientos ubicados en el medio. Pero claro, a caballo regalado no se le miran los dientes. Comenzamos a ubicar y guardar nuestras cosas para prepararnos para el vuelo y claro, a tomar algunas fotos de la cabina.

El vuelo era una aeronave B777-300 algo viejito y con una configuración en Cabina Business de 2-3-2. Mientras nos acomodábamos y sacábamos fotos el amable TCP, que era brasilero, nos ofreció algo de beber. Mi marido optó por un vino espumante brasilero y yo por agua ya que había bebido dos copas de vino en el Salón VIP. Asi lucía la fila 4F que era la última donde se encontraba ubicado mi marido.

Y así lucía el asiento, en tonos grises y rojo y con un mega cobertor que además de ser super calentito era mega acolchonado. Lo mismo que la almohada. Al costado había una luz individual de lectura.

Aproveché para sacarme una foto sentada y una selfie. Notese la cara de Feliz Cumpleaños!

La parte de enfrente bastante bien y con mucho espacio para las piernas (hay que considerar que mido tan solo 1,60mts) y una gran pantalla. Había espacio a los costados para colocar revistas, botella de agua entre otras cosas y un gancho para colgar algún abrigo.

Los controles del asiento algo viejitos pero en perfecto funcionamiento. En la foto se llegan a ver un poco los auriculares que nos dieron, que para decir verdad no estaban tan buenos. Una vez todos terminaron de embarcar y las puertas cerraron, redujeron las luces de la cabina y despegamos 24 minutos más tarde de lo previsto. El despegue fue algo muy raro ya que nunca habia experimentado el mismo desde tan al frente de una aeronave ancha como el B777. Estuvo muy bueno. Enseguida nos trajeron el menú para que escojamos las opciones de la cena. 

Una cosa interesante fue la sugerencia de maridaje que venia en la carta. También se podía ver el detalle de la carta de vinos con blancos, tintos y espumantes.

Y claro, había variedad de bebidas no alcohólicas, infusiones y cervezas.

También nos preguntaron si deseábamos que nos despertaran para el desayuno. Pregunté cuando sería eso y me informaron que una hora antes de aterrizar, a lo cual respondi que entonces si quería que me despertaran. Me pidieron entonces que elija en ese momento también la opción del desayuno.

Al rato con las luces de la cabina aún reducidas, comenzaron a servir la comida. Algo que los que deseaban dormir agradecieron (estas cosas en económica no pasan! 😛 ). Por mi lado yo había elegido el Pato, mientras que mi marido eligió el Pescado. El Pato estaba realmente delicioso y según mi marido el pescado estaba bien.

La manteca y el aceite de oliva y el aceto fue un detalle sensacional.

Decidí madirar el Pato con el Carménère chileno sugerido en la carta y puedo decir que fue un 10. Mi consejo es que si son de beber vino sigan las sugerencias de maridaje que son excelentes.

Para el postre yo, obviamente, fui con el Häagen Dasz de Dulce de Leche, mientras que mi marido optó por el mango caramelizado que según él estaba maravilloso. Ambos venían acompañados de un cholatito semi amargo para acompañar con el té o el café o simplemente para guardarlo como antojo de madrugada.

Luego del servicio nos trajeron una botella de agua a cada uno, y apagaron del todo las luces de la cabina. Fue ahi que procedí a acomodar el asiento para acostarme a dormir. Así lucía la cabina desde mi posición.

Mi idea original era ver alguna película, pero realmente me venció el cansancio y prefería llegar a destino descansada asique me dediqué a dormir unas 8 horitas. Una de las cosas que noté es que en Business no senti para nada el frio que suelo pasar en clase económica.

Una media hora antes del desayuno me desperté y fue allí que me di cuenta que no encontraba mi celular por ningún lado. Lo había dejado cargando con un cable USB en la toma que había al costado de mi asiento, y cuando comencé a tirar del cable me di cuenta que el mismo se había caido adentro del asiento. Y cuando digo adentro, me refiero dentro del mecanismo hidráulico del asiento que hace moverlo.

Fue asi que le pedí asistencia al TCP quien muy amablemente me dijo que no me preocupara, y que ibamos a desarmar el asiento, pero luego del desayuno y que no moviera el asiento ya que el mismo podia romper el celular y hacer explotar la batería. Fue asi que infelizmente comí mi omelette en una posición terriblemente incomoda y no pude tomar fotos del mismo para el blog 🙁 . Moraleja: Nunca pero nunca dejen su celular en el portaobjetos del costado del asiento en la Clase Business de un B777.

Finalizado el servicio del desayuno, el TCP desarmó el asiento (pido humildes disculpas a los 2 pasajeros que viajaban a mi lado que fueron incomodados por las maniobras) hasta que localizamos el celular.

Alli solo quedaba esperar el aterrizaje. Antes del mismo nos dieron a todos los pasajeros de Business un voucher para poder hacer migraciones más rápido en una fila especial. En nuestro caso no pudimos hacerlo ya que mi marido al ser ciudadano europeo debía pasar por otra fila, que no tenía nada de gente, asi que decidimos ir por la fila normal de ciudadanos europeos.

En general la experiencia viajando en Business de LATAM fue excelente aunque me faltan elementos para compararla con las clases Business de otras aerolineas que vuelen desde Latinoamerica hacia Europa. Tendré que sacrificarme para los lectores del blog y acumular más millas en esta clase tan maravillosa :P. Quizás como única contra debo decir que la cabina me pareció algo viejita, y la pantalla algo alejada del asiento, lo cual es un inconveniente para los que no vemos muy bien, pero en general amé la experiencia y todos los detalles que te hacen sentir como una reina y principalmente (y lo más importante para mi en estos vuelos tan largos) descansado justo como para comenzar a visitar la ciudad de destino desde el minuto 1.

Asi como dicen muchos: Hay un antes y un después del primer viaje en Clase Business…tal y como lo demuestran nuestras caras de alegría al recoger las maletas en el aeropuerto de Londres.

Mientras tanto y por ahora seguiremos volando aunque en económica.

XOXO,