Para muchas personas las visitas a los Museos cuando se está de vacaciones es algo indiscutible, sobre todo cuando se trata de lugares icónicos como el Louvre o el MET, pero hay otras tantas personas que no quieren saber absolutamente nada con pisar un lugar de estos.
¿Los Motivos? Aburrimiento es uno de los más mencionados. Sin embargo, cuando empezamos a tratar de desentrañar los argumentos de porque los encuentran aburridos, generalmente éstos tienen que ver con la falta de entendimiento de lo que se está viendo, y con esa falsa creencia que en los Museos todo está prohibido.
Es por eso que decidí hacer este post para intentar esclarecer algunas falacias sobre los Museos e intentar mostrar a aquellos que los creen aburridos como en verdad pueden ser sumamente divertidos. Empecemos a enumerarlas y esclarecerlas:
- En los Museos no se pueden sacar fotos: Esta la primer falacia que se suele argumentar. Si bien cada Museo tiene sus propias reglas, en la mayoría de los Museos está permitido sacar fotos. Lo importante es siempre se quite el flash, ya que es éste el que puede tener efectos negativos sobre una obra.
Turistas tomando fotos en el Museo Louvre - En los Museos no se puede hablar: Los Museos no son iglesias o templos, y claro que se puede hablar y se puede reír. Quizás lo que no está bueno es que estemos todos a los gritos, porque al ser un espacio reducido tal vez la contaminación acústica puede terminar siendo insoportable para todos nosotros. De hecho se suele ver incluso grupos en clases de historia del arte o de dibujantes intentando copiar la obra para mejorar la propia técnica o simplemente como un hobby. En algunos museos incluso les alquilan los caballetes para sostener los lienzos y las banquetas para poder sentarse mientras se pinta.
- Los ambientes son todos iguales y no hay lugar para sentarse: Si van a un Museo de Arte Moderno o a un sector de Arte Moderno van a descubrir que los ambientes son parte de la exhibición y por ende son todos diferentes. Es cierto, que en algunos Museos los espacios para sentarse son reducidos pero eso no ocurre en todos ellos.
Exposición en el MALBA - Las obras de arte son todas iguales: Bien, las obras no son todas iguales y les sorprendería saber que cada una de ellas tiene no solo un estilo distinto sino que también encierran una historia (en su mayoría) fascinante. Lo mejor en estos casos es contratar una visita guiada o alquilar una audioguia que pueda ayudarles a entender lo que están viendo.
Escuchando los comentarios de la audioguia en el Museo Getty en Los Angeles - Muchas obras contemporáneas no las entiendo o no me gustan: Misma sugerencia que el punto anterior. Utilizar la audioguia nos ayuda muchísimo a entenderlas, y claro no siempre estamos obligados a que nos guste lo que estamos viendo, de ser asi ¿Porque no jugar un poco con lo que vemos? Sacar fotos divertidas puede darnos una perspectiva diferente y genera recuerdos divertidos.
Divirtiéendome con una obra en el MOMA Tratando de hipnotizar a alguien con una obra en el MOMA - No está permitido acercarse a la obra ni tocarla: Bueno, claramente tocar la obra es algo que está mayormente prohibido, pero que en muchas exhibiciones de arte moderno y/o contemporáneo se puede hacer. De hecho muchos artistas piensan en su obra de tal forma que el espectador participe de la misma e incentivan a hacerlo a través de los comentarios en la audioguia. Para aquellas obras que no pueden tocarse, siempre está permitido acercarse. De hecho, a mi personalmente me encanta acercarme lo suficiente como para poder observar los trazos de la pincelada.
Obra interactvia en el Museo TATE Obra interactiva en el LACMA - Puedo disfrutar de la obra viendo fotos en google o en libros: Claro que sí, ya que hay fotografías de gran calidad, pero también te estarías perdiendo de ver la monumentalidad del tamaño de la obra (que una foto no le hace justicia) y tampoco podrías ver el Lado B de la misma (o como a mi me gusta llamarlo: mirando los c*[email protected] de las esculturas) 😛
El tamaño gigantesco de Las Bodas de Caná en el Museo Louvre La parte trasera de la Venus de Milo La parte trasera del David de Miguel Angel - Las obras son siempre serias y profundas: Mirá la foto debajo y pensalo otra vez. 😛
- Son siempre las mismas obras: En general los grandes museos tienen una colección permanente que no cambia (sobre todo con las grandes obras maestras) pero si reciben algunas otras obras en préstamo por parte de otros importante Museos del mundo o de coleccionistas privados, o incluso podemos ver exposiciones temporales o itinerantes. Los Museos dedicados al Arte Moderno o Contemporáneo rotan su exposición muchísimo más cada uno o dos años, dicho esto no importa que repitamos la visita siempre veremos algo nuevo.
¿Quién lo hizo mejor?: Con muchas obras podemos armar un álbum muy divertido de fotos e incluso intercambiar fotos con amigos que hayan hecho lo mismo que nosotros con la misma obra y hacer una divertida competencia de quien hizo la foto más original u ocurrente.



Como podrán observar hay muchísimos buenos motivos para que los Museos de Arte sean una de nuestras atracciones principales para visitar en las vacaciones. Pero me gustaría que ustedes me contaran en los comentarios si les gusta visitar Museos o no, y si se divierten tanto como nosotros sacando fotos originales con las obras. Anímense a contar su experiencia y si no les gusta ir a los Museos espero que este post los haya animado al menos a probar visitarlos al menos una vez.
XOXO,

Bueno, yo soy fanático de los museos. Ya sea de aviones (me quedan pocos de los «must»), de ciencias naturales o de arte. Generalmente tengo que elegir cuáles porque el tiempo no alcanza jaja.
El Met es uno de mis favoritos, y las primeras veces que fui sólo hice un par de galerías. En el 2016 sólo estaba un par de días en NY y decidí pasar el día entero (de 9 a 21) ahí. Fue arrollador y emocionante.
Hace un par de meses volví con amigos y los convencí de pasar la tarde ahí. Pensé un recorrido variado sin profundizar (egipto-armas medievales-persia-américa inicial), terminando en la parte de arte contemporáneo. Les encantó todo, pero algunos ahí al final se aburrieron un poco, y aprovecharon para descansar. Otros enloquecieron.
En grupo no es fácil, porque hay que negociar tiempos. Yo soy muy contemplativo y me puedo quedar un rato largo mirando una única obra. Me tuve que controlar con mis amigos…
Hola Sebas, te super entiendo porque soy igual. Por suerte mi marido me acompaña y aprendió a tomarle el mismo gusto que yo a pasar un dia entero en un Museo, sin embargo cuando tengo que viajar con amigas me pasa lo mismo que te pasó a vos. Por eso escribí este post a ver si los convencemos de sumarse a la onda. ;P