En Agosto estuvimos de vacaciones por New York en un viaje relámpago de 1 semana. Tal y como comenté en este post, realizamos nuestro viaje con canje de millas de LATAMPASS por vuelos directos de American Airlines de Buenos Aires (EZE) a New York (JFK) ida y vuelta.
La ida estaba programada en el vuelo nocturno AA954 de las 21:34hs y el retorno en el vuelo AA953 también nocturno a las 21:55hs, ambos vuelos operados en aeronaves Boeing 777-200ER con una configuración de filas 3-3-3 para la clase económica (siendo las 5 primeras filas Main Cabin Extra, con más espacio para las piernas) y 1-2-1 para la clase Business.
El dia del vuelo, llegamos a Ezeiza con 3 horas de anticipación, y allí nos dirigimos a los mostradores de American Airlines para hacer el check in, que por cierto son bastantes y están al final de la Terminal.
Los mismos estaban divididos dependiendo de la clase y cabina, siendo los últimos mostradores exclusivos de la Clase Flagship First (es decir aquellos que viajan en American First, y aquellos miembros de la categoría Emerald de la alianza Oneworld, o mejor dicho Black y Black Signature de LATAMPASS).
Para los que viajan en cabina Business y categorias Ruby y Sapphire de Oneworld (Gold y Platinum de LATAMPASS) también había filas dedicadas para el check in llamadas de Priority.
Las filas estaban bastante vacías y una de las cosas que noté es que había bastante personal de la aerolinea atendiendo.
Como mi marido es miembro Platinum de LATAMPASS (o Sapphire de Oneworld) tuvimos acceso a la fila Priority de check in y como además él tenía acceso a poder viajar en asientos preferenciales de la Main Cabin Extra, me dieron a mi también un upgrade de cortesía a dicha cabina por estar viajando juntos 🙂 .
Luego de alli nos dirigimos directo a control de seguridad y migraciones y ambas cosas fueron muy rápidas, con lo cual tuvimos un tiempo extra para hacer algunas compritas en el Duty Free, que tal como comenté en este post, el de Argentina es una de las opciones más baratas para comprar en comparación con los duty free de otros paises. De alli nos dirigimos directo al Salón VIP de American Airlines cuya reseña hice en este otro post.
Una vez anunciaron el embarque, nos dirigimos hacia la puerta de embarque que estaba justo debajo del Salón VIP, y allí nos encontramos con varias filas descontroladas de pago facileros esperando para embarcar por grupos (del 1 al 9). El nuestro era el 3.
Una vez nos llamaron, pasamos por el control tradicional de equipajes de manos que se realizan en todos los vuelos hacia Estados Unidos, y esta vez por suerte no nos tocaron las temidas SSSS en el boarding pass que designan un control de seguridad especial a los portadores de las mismas.
Embarcamos y alli tuvimos una breve fila en la manga, a pesar de ser los primeros.
Una vez arriba del avión, percibimos que el interior era un modelo un poquito antiguo de la aerolinea, pero bastante bien mantenido.
El espacio para el equipaje de mano era grande.
Nuestros asientos eran el 15B y 15C en la cabina Main Cabin Extra (o generalmente conocido como Premium Economy en algunas aerolineas, aunque no en American ya que su clase Premium Economy cuenta con otros beneficios extra además del extra espacio) y eran notablemente más espaciosas que las butacas regulares, contando las mismas con una distancia de 89 cms entre una y otra fila.
Había una bolsita con una almohadita y una frazada, y los TCPs luego pasaron repartiendo auriculares. Los asientos contaban con una pantalla individual y un control remoto asi como entrada USB para cargar el celular, y el típico enchufe para cargar otro tipo de dispositivos electrónicos.
Una vez embarcados todos (que fue muy rápido por cierto), tuvimos una pequeña demora antes de cerrar las puertas de la aeronave ya que había una persona que no se sentía bien y tuvieron que llamar a los servicios de urgencias del aeropuerto, quienes vinieron a controlar al pasajero que sufrió un bajón de presión (o como le digo yo, ataque de pánico por miedo a volar).
Por suerte fue todo más o menos rápido y la persona se recuperó enseguida y pudimos cerrar las puertas y despegar.
Asi lucía la cabina durante el despegue, con esas iluminaciones coloridas que están tan de moda últimamente en los Boeing.
Aproveché para tomar algunas instantaneas a la ventanilla, mientras depegabamos.
Enseguida, me puse a ver una pelicula para aguantar sin dormirme hasta que sirvieran la cena. El entretenimiento a bordo era muy bueno, con muchos estrenos y diversas opciones.
Enseguida sirvieron la cena, y a diferencia de las tipicas opciones de pasta o pollo en esta ocasión, además de la pasta, habia un strogonoff de carne, que estaba muy bueno y venía con una ensalada de entrada con aderezzos, y un tiramisú de postre. También un pancito (algo duro), galletitas de agua, manteca y queso untable de la marca ilolay.
En lineas generales el servicio y la cena estuvieron muy bien y nos hicieron un refill de bebidas. El vuelo fue super tranquilo y fui varias veces al galley a pedir agua, y a diferencia de otras aerolineas / vuelos, no vi en ninguna de las oportunidades que hubieran puesto snacks para picotear 🙁 .
Un par de horas antes del aterrizaje, pasaron a ofrecer el desayuno, pero yo opté por no tomarlo, ya que el mismo era un yogurt Ser y una medialuna algo seca y pasada y preferí saltearmelo.
El aterrizaje fue super suave y puntual, y el desambarque en general fue super rápido. En migraciones nos encontramos con las máquinas automáticas (que también iban super rápidas), pero que nos obligaron a pasar por ventanilla, aunque con 0 inconvenientes en la misma. El oficial de migraciones apenas si nos miró y nos selló el pasaporte y pase el que sigue.
Para cuando salimos a la cinta de equipaje nuestras valijas hacia rato que estaban dando vueltas por tener la etiqueta de Priority que respetaron para el desembarque de las mismas.
En lineas generales fue un vuelo muy bueno, y con un buen servicio, y quizás la única contra fue que el respaldo de las butacas es algo duro e incomódo y muchos pasajeros se quejaron de esto mismo durante el vuelo.
Me queda pendiente realizar la crónica de vuelo de vuelta para otro post, con un bonus que ya contaré 😉
American Airlines realiza vuelos diarios nocturnos entre Buenos Aires y New York.
XOXO,
