Cuando estuvimos en Diciembre del 2017 en Europa, tuvimos la oportunidad de quedarnos más de una semana en Londres, y como era ya nuestra segunda vez que visitabamos la ciudad, quisimos recorrer un poco más los castillos ancestrales que están en las cercacnías de la ciudad.
Uno era el mítico castillo de Windsor, donde se casaron el Principe Harry y Meghan Markle, y donde actualmente la reina suele recibir muchas veces a Jefes de Estado y realizar ceremonias importantes como la de la Orden de la Jarretera. También este castillo es conocido por tener en su capilla (La Capilla de San Jorge) enterreados a Henrique VIII, y a su última esposa y reina Jane Seymour.
Sin embargo, para quienes somos fanáticos de la historia de la dinastía Tudor, quizás el castillo más emblemático para visitar sea Hampton Court.
Este Castillo, que se encuentra a tan solo 1 hora del centro de la Ciudad, fue construido ni más ni menos que por la mano derecha del rey, el Cardenal Wolsey, pero una vez que el Cardenal perdió el favor del rey, el mismo fue confiscado por Henrque VIII y se convirtió asi en su residencia oficial la cual compartió junto con Ana Bolena y muchas de sus posteriores esposas.
Las entradas las compramos en la boletería del lugar y nos costaron £19.20 cada uno. El dia en que fuimos se realizaba en los jardines del mismo una feria de gastronomía para festejar las navidades que se aproximaban, sin embargo también fue uno de los dias más frios de los últimos años en Londres y cayó una gran nevada lo que no nos permitió aprovecharlo al máximo. Si bien, comimos y bebimos allí una hamburguesa y unas aguas, no fue muy agradable por el clima y no podiamos ingresar con comida, asique fue todo abajo de la lluvia y la nieve.
El Castillo en sí es gigante, y se mantiene con muchisimo mobiliario original, y si bien el frio y la nevada podía ser una contra para disfrutar los exteriores, el clima y ambientación navideños del mismo, le daba un aura especial al lugar.
Hasta incluso pudimos escuchar unos villancicos que fue la cosa más linda del mundo.
Una vez adentro, el primer lugar que vimos fue el Gran Salón que fue enviado a construir especialmente por Henrique VIII, ya que en el diseño original del Cardenal Wolsey. Todo estaba perfectamente decorado y dispuesto como para imitar las comidas navideñas del rey y su corte.
Se dice que el rey estaba tan ansioso para acabar con la obra del Gran Salón que tuvo a los masones, trabajando dia y noche a la luz de las velas, hasta que acabaran con el mismo. Lo que más me impresionó, fueron los tapices (100% originales de la época) que colgaban de sus paredes, como los vitrales.
Luego desde allí pasamos a un salón contiguo, que era la sala de estar de la reina (en aquel momento Catherine Howard) en donde se exponían más tapices, y algunas obras y documentos de la época.
Una de los atractivos de la sala eran las personas caracterizadas como miembros de la corte Tudor, interactuando con los visitantes.En otro de los rincones de la Sala se exponía el detalle de uno de casetones originales que se encontraban en el techo de la misma, con el disño de la flor Tudor, emblema de esta casa reinante.
Desde allí pasamos a un pasillo que es una de las atracciones más llamativas del Palacio, ya que según cuenta la historia fue aquí en donde fuera arrestada Catherine Howard, 5ta esposa y reina de Henrique VIII, luego de que éste se enterara que ella le había sido infiel. Se dice que su arresto fue luego de que ella intentara escapar de su encierro para implorar el perdón del rey sin éxito, ya que tan sólo unos dias después fue enjuicida y condenada a muerte por tracición.
Si bien, esta historia es real, hay otra historia que tiene un poco de leyenda, y que dice que por este mismo corredor se ha aparecido en innumerables ocasiones el fantasma de la reina, dando alaridos y rasguñando las paredes del mismo. Según tengo entendido, el fenómeno fue tan intenso que la mismisima Reina Isabel II (la actual), dispuso en el año 2001 realizar estudios científicos sobre estos fenómenos paranormales. En aquella ocasión, se dice, que los expertos comprobaron que ocurrían cosas inexplicables y que quedaron atónitos al ver los videos donde aparecía la figura de Catherine Howard.
Como diríamos en Argentina, creer o reventar.
Desde allí nos dirigimos a la Capilla del Palacio, pero no pude tomar fotografías ya que no estaba permitdo 🙁 pero estaba hermosamente decorada con muerdagos por la navidad.
Acto seguido, ingresamos al comedor del personal de Servicio y a la Sala del Cnsejo del Rey, en donde se encontraba una muestra interactiva muy divertida en donde uno podía sentirse como el Rey Henrique VIII por unos minutos.
Mientras avanzabamos por los pasillos podíamos observar por las ventanas las vistas hacia los jardines y patios internos del Palacio. En uno de ellos se encontraba un precioso jardín montado con diversas variedades de árboles.
Los jardines principales eran muy grandes, al estilo Versalles (solo que no tan grandes). Caminamos un poco por allí pero no nos aventuramos más allá debido al clima.
Luego de allí comenzamos a avanzar hacia la parte más moderna del Palacio: Las Estancias del Rey Guillermo III. La diferencia de estilos en decorado y arquitectura aquí es notoria.
Había algunas muestras interactivas recreando la utilización de cada una de las salas, en este caso la de los guardias reales.
Pasamos por el comedor privado del Rey Guillermo III y la Sala de Juegos, en donde el visitante podía sentarse a jugar los típicos juegos de mesa de la época.
Luego continuamos avanzando hacia el dormitorio privado del Rey.
Y claro, la más importante… la de su trono. Y la de su otro trono.:P
También pasamos por su estudio, por la sala de armas y la habitación de la Reina.
Todos los pasillos y escaleras decorados muy al estilo barroco.
La verdad es que había un sin fin de cosas para recorrer y admirar, ya que nos faltó visitar, las bodegas privadas, las cocinas y la cancha de Tenis de Henrique VIII, que estaban cerradas al público, y claro explorar un poco más los jardines que por culpa del clima se nos hizo imposible pero que en verano deben ser todo un espectáculo aparte.
Asi y todo el recorrido nos llevó al menos 5 horas, con lo cual yo sinceramente creo que si quieren conocer todo, deben dedicarle al menos un dia a este imponente Palacio.
Si son fanáticos de la historia de la dinastía Tudor o de los cuentos y leyendas de fantasmas éste es el lugar ideal para visitar. La verdad a mi me encantó y me pareció que está impecablemnete mantenido. Si están en época Navideño tiene ese condimento extra de la decoración y de la feria gastrónomica y los villancicos, aunque puede que el clima no los acompañe como nos pasó a nosotros.
Sin lugar a dudas Hampton Court para mi es un imperdible de Londres.
XOXO,
