En Agosto del 2018 estuvimos de paseo por Washington DC, y nos habian recomendado mucho pasar por el Museo del Aire y del Espacio que está ubicado en un hangar especial cercano al Aeropuerto Dulles.
Si bien en otra oportunidad nosotros ya habiamos visitado el Museo del Aire y del Espacio que queda en el centro de la ciudad (sobre el llamado The Mall), nos dijeron que el del Aeropuerto era 2 veces más impresionante.
Asi fue que aprovechando que estábamos en auto decidimos ir a visitar esta segunda sede del Museo.
La entrada es completamente gratuita y en las instalaciones hay estacionamiento (pago) para quienes vayan en auto.
Cuando ingresamos me llamó la atención la gigante torre de control ficticia que hay alli mismo, que no es sino un observatorio.
Cuando ingresamos habia un mostrador de informaciones y claro un cartel con indicaciones por el cual nos enteramos que alli también funcionaba un cine IMAX.
El museo estaba dividido en varios hangares, el mayor (auspiciado por Boeing) que recorre la historia de la aviación, el segundo hangar es el Espacial dedicado justamente a la exploración más allá de nuestro planeta y un tercero más pequeño dedicado a los aviones que aún están en restauración.
Cuando entramos al hangar Boeing quedé pasmada con su inmensidad y la cantidad de aeronaves alli exhibidas.
Recorriendo el hangar vimos piezas únicas, como ser réplicas exactas de los primeros planeadores.
También aviones utilizados y recuperados de la Primera y Segunda Guerra Mundial y de la guerra de Vietnam.
También jets militares muy modernos utilizados entre la década del 80, 90 y 2000s.
Encontramos también algunos helicópteros super geniales…
Dentro de la aviación comercial había piezas únicas, las más destacadas que encontré fueron el primer Jet de Pasajeros de la historia (que claro, es un Beoing).
Y el último Concorde que voló en Air France en el año 2003 con matrícula
F-BVFA.
Verlo de tan cerca y poder caminar por debajo de su fuselaje me puso la piel de gallina.
Otra de las piezas destacadas que se encuentran en este museo no tienen que ver con la aviación comercial, sino con la guerra. Y es que también se exhibe aqui el original Enola Gay, famoso por haber sido el avión que transportó y lanzó la primer bomba nuclear en Hiroshima.
La segunda pieza destacada es el avión bombardero supersónico conocido como Blackbird y que se encuentra ubicado en el centro del hangar.
Ya pasando al hangar del Espacio la mayor estrella del museo es ni más ni menos que el transbordador espacial Discovery.
Ya habíamos tenido la oportunidad de ver otra de estas bestias, en el museo de Historia Natural de Los Angeles. En ese caso fue el Endeavour, pero no por eso dejamos de disparar algunas fotos a los detalles del transbordador.
En el mismo hangar se exponen algunas piezas y réplicas de satélites y de las primeras cápsulas lunares.
También el trailer en donde mantuvieron a Buzz Aldrin, Neil Armstrong y Michael Collins en cuarentena por casi dos meses luego de que regresaran de la luna, ya que en aquella época se creia que podrían traer micro organismos espaciales con ellos.
Ya en el hangar de restauración lo que más nos llamó la atención fue uno de los bimotores rescatados de Pearl Harbor y que hasta ahora podemos ver con los destrozos de metrallas japonesas.
En el hangar de Boeing había entretenimientos para toda la familia, con 3 tipos de simuladores de vuelo. En este caso habia que abonar un ticket para poder subirse a ellos.
Mi sugerencia es que su suban al flight simulator de 10 dolares, ya que el mismo es un simulador de jet de guerra que gira sobre su eje en 360 grados. Eso si, trataen de hacerlo antes de comer 😛
Si tienen tiempo y les interesa entender y aprender más detalladamente sobre la historia de las piezas más destacadas del museo, mi sugerencia es que averigüen los horarios de los tours guiados que comienzan en el centro del hanga Boeing.
Los mismos duran alrededor de 2 horas y media y son hechos por personal muy idóneo y lo más importante son totalmente GRATUITOS!!!
En nuestro caso nos tocó un ingeniero retirado de mantenimiento que trabajo tanto para la Fuerza Aérea Norteamericana como para las mayores aerolineas comerciales. Un groso con todas las letras que incluso nos dio la opción de estirar la visita guiada media hora más para contarnos de más piezas.
En el Museo también hay algunos lugares de fast food para comer y claro una tienda de souvenirs en donde van a encontrar cosas maravillosas para todos aquellos que son AVGeeks.
Mi sugerencia es que se tomen al menos 4 horas para visitar el museo ya que el mismo es gigante y merece la pena prestar atención a los detalles.
De yapa les dejo un video compilando todas las Instastories que hice en mi cuenta de Instagram cuando estuvimos visitando el museo para que puedan darse una idea de como es.
XOXO