Hace algunas semanas publiqué un post de despedida de LATAM (que dejo debajo), y en el mismo comentaba que uno de los motivos que me llevaron a tomar esta decisión fue un vuelo espantoso que realicé desde Ciudad de México hacia Buenos Aires.
Todavia no había tenido la oportunidad de publicar dicha crónica de vuelo en el blog, y es por dicho motivo que la estoy publicando ahora para que puedan entender un poco más el porque de mi decisión.
Todo comenzó cuando llegué al aeropuerto Benito Juarez de la ciudad de México para tomarme el vuelo numero LA8113 con destino hacia la ciudad de Sao Paulo que estaba programado para partir a las 18:10hs.
Habia viajado desde la oficina con una colega de trabajo que era categoría Black de LATAMPASS y me dejó hacer el check in prioriotario con ella, a pesar de que no había nadie en los mostradores del check in.
El control de seguridad fue rápido, y me dirigí hacia la puerta de embarque en donde comencé a tomar algunas instantáneas.
Las filas estaban organizadas por número de filas de asientos, como es de costumbre en LATAM, y fuimos embarcando en ese orden.
Una vez subidos al avión, procedí a buscar mi asiento que era el 20D y que en el plano original del sitio web de LATAM aparecía como un asiento en salida de emergencia.
Sin embargo cuando llegué a mi asiento me encontré con la desilusión que ver que era justo la fila de atrás, y aproveché para tomar unas fotos del espacio que hay en las salidas de emergencia (que me perdí).
A la ida ya había descubierto este percance, y es que la aeronave era un Boeing 767-300 al que aparentemente LATAM había reformado los interiores recientemente, y se les había olvidado actualizar los planos.
El espacio entre butacas era idéntico al del 767 en el que habia viajado a la ida sin embargo el avión en particular estaba mucho más sucio y con manchas de vino derramado de otro pasajero.
O sea, ni siquiera se tomaron la molestia de acondicionar la aeronave antes de la partida. En ese momento comenzaba a levantar presión mi enojo por como estaban resultando las cosas con los vuelos de LATAM, pero traté de tomarmelo con calma.
Una vez que todos termináramos de embarcar, empezamos a notar que el cierre de puertas estaba demorando mucho, ya habian pasado unos 20 minutos de retraso de nuestro horario de despegue programado y muchos pasajeros comenzaron a ponerse impacientes ya que la mayoría poseía conexiones en Sao Paulo (yo incluida).
Fue asi que 5 minutos después el comandante nos informó que por un error de cálculo, se habia cargado el combustible de forma equivocada y que debían vaciar los tanques para volverlo a cargar y que todo el procedimiento demoraría aproximadamente 40 minutos.
Fue asi que el vuelo que estaba planificado en salir a las 18:10 terminó despegando a las 19:05 y allí mismo empecé a dudar de que pudiera llegar a mi conexión de las 7:24am del dia siguiente.
Dos pasajeros que estaban sentados en los asientos de a 2 de mi lado, querian correr a su conexión ni bien aterrizaran por lo que le solicitaron a una de las TCPs si podian moverse a asientos más al frente, cosa que hicieron.
Inmediatamente me apoderé de sus asientos y tuve la posibilidad de convertirme en #TeamVentana y #TeamPasillo al mismo tiempo adueñandome de toda la fila. 🙂
El despegue fue tranquilo y aproveché a hacer algo que casi nunca puedo hacer por ser #TeamPasillo que es tomar una foto del exterior.
En el vuelo infelizmente no nos habian colocado el papel del menú como si lo habian hecho en el vuelo de la ida (punto menos para LATAM y sumando), asique la cena iba a ser sorpresa.
Mientras aproveché para ver algunas peliculas. Alli fue que me di cuenta que habia sido afortunada de poder moverme de asiento ya que en mi antiguo asiento el sistema de entretenimiento a bordo no funcionaba!!
Parecía que las cosa venía de mal en peor para esta crónista.
Luego de algunas horas, pasaron ofreciendo la cena y no recuerdo bien las opciones pero si que me decanté por el menú de carne con puré, alcauciles y tomate. Todo venía en la tipica presentación original de la aerolinea con platos más abundantes y sin entrada.
Luego intenté dormir algunas horas, cosa que se me hizo algo difícil por encontrarme no muy bien del estómago y por una infección que me había agarrado en la semana anterior en mi estadía en Mexico (de la cual hubo post contando la experiencia con la asistencia al viajero).
Cercanos al aterrizaje, comencé a preguntarme si llegaría a alcanzar mi conexión pero la respuesta iba a depender de cuántos pasajeros estuvieran en mi misma situación, ya que por lo general cuando son varios pasajeros que luego deben reubicar la aerolinea prefiere en esos casos demorar la salida del siguiente vuelo.
Y la realidad es que aunque perdiera mi conexión estaba más o menos tranquila que habia por lo menos 3 vuelos posteriores al mio. Siendo uno de ellos a las 11hs y otro a las 13hs.
Sin embargo una vez aterrizados nos estaban esperando a todos en la puerta, eramos aproximadamente unas 50 personas a las cuales nos llevaron hasta un mostrador donde debiamos hacer una fila para que nos reubicaran en otro vuelo.
Todos estaban bastante enojados por el tema de que no hayan hecho demorar el vuelo de las 7:24hs siendo que eramos bastantes pasajeros en la misma situación, y para empeorar todo nos ubicaron en el vuelo de las 19hs aduciendo que los vuelos anteriores estaban completamente ocupados.
Es decir, nos dejaron 12 horas varados en un aeropuerto sin poder bañarnos ni descansar como es debido porque no ofrecieron ni hotel, y ni siquiera un acceso al Salón VIP para tomar una ducha cuando todos estabamos viajando hacia más de 12 horas para cuando aterrizamos en Sao Paulo.
Eso si, un voucher de 60 reales que te alcanzaba para un sandwich te daban.
En mi caso particular venia de haberme levantado a las 7am del dia anterior debido a que me habia tomado el vuelo después de un arduo dia de trabajo en la oficina.
Me enojé y peleé bastante con el personal que siempre tenia las mismas respuestas, pero estaba tan cansada que pensé en que era mejor llamar a mi suegra quien vive en esa ciudad e irme a su casa a tomar una ducha, almorzar y dormir una siesta.
Desafortunadamente el resto de los pasajeros no tenían mi misma suerte y debieron enfrentar la amansadora de 12 horas en un aeropuerto. Hermoso todo.
Asi fue que con mi nuevo Boarding pass, me dirigi hacia migraciones para hacer la entrada formal en Brasil y cuando estaba atravesando el sector de reclamo de equipaje para luego ir hacia aduana y salir, me empieza a gritar una persona de la aerolinea LATAM.
En ese instante me freno para ver que quería y me pregunta si estaba en conexión, le respondo que si y le cuento que habia pasado y me dice: «Tiene que retirar su valija».
WHAT????? Entonces le explico de nuevo que yo era una conexión internacional y no de cabotaje y que solo estaba saliendo porque eran muchas horas pero que el resto de los pasajeros se habian quedado y que como es costumbre en estos casos las valijas van directo a destino final.
El señor que claramente no tenía ni idea de lo que estaba hablando continuó insistiendome y amenzandome que si yo no retiraba mi valija de la cinta, mi valija no iba a llegar a destino.
Ya cansada por todo el manoseo que estaba sufriendo como para perder mi tiempo con un empleado que no sabe ni lo básico de una operación aeronáutica le contesté: «Amigo, te apuesto 100 reales a que podemos sentarnos 2 horas a esperar por mi valija y no va a salir por la cinta de ninguna forma». Acto seguido me di la media vuelta y me fui.
SPOILER ALERT!!! Mi valija llegó solita perfectamente en condiciones y como se suponía a Buenos Aires y el empleado de LATAM todavía me debe 100 reales.
En el próximo post contaré como siguió la historia junto con la Crónica de Vuelo de Sao Paulo a Buenos Aires.
XOXO,